Es bueno saber de ella, es bueno saber de todas nuestras MUJERES TUERCAS del Dakar , las que estuvieron, las que estan y las que vendran !!
Ella marco un camino, y mando a lavar los platos a muchos , no podian creerlo, UNA MUJER GANO EL DAKAR !! esto es historia, pero las historias se repiten y pronto volveremos por el PODIO !!! DISFRUTENLO !!! las abrazo Dakar Girls !!
Jutta Kleinschmidt pasará a la historia por haber sido la primera mujer en ganar el durísimo París-Dakar, una prueba mítica considerada cosa de hombres en la edición del año 2001 la espectacular victoria, que no sorprendió a nadie.
Desde hacia algunos años, esta ingeniero alemana era una de las grandes protagonistas de la prueba y estaba claro que sólo precisaba una oportunidad para conseguir su propósito y entrar en los anales, aunque ella minimizó el hecho de ser la primera mujer en conseguir la victoria: “Lo verdaderamente importante es ganar el Dakar, independientemente del hecho de ser hombre o mujer”.
A sus treinta y ocho años, Jutta Kleinschmidt saboreó por fin el sueño que había acariciado 15 años atrás. Pero debió esperar todavía casi un mes para que fuese del todo cierto. Jean-Louis Schlesser presentó una reclamación contra ella. Al francés, el rey de los últimos Dakar, no le gusta perder y menos frente a Jutta, un mujer… especial, que durante años fue su compañera, un golpe demasiado duro para su orgullo.
A sus treinta y ocho años, Jutta Kleinschmidt saboreó por fin el sueño que había acariciado 15 años atrás. Pero debió esperar todavía casi un mes para que fuese del todo cierto. Jean-Louis Schlesser presentó una reclamación contra ella. Al francés, el rey de los últimos Dakar, no le gusta perder y menos frente a Jutta, un mujer… especial, que durante años fue su compañera, un golpe demasiado duro para su orgullo.
A los 18 años se compró una moto “porque no tenia dinero para comprar un coche” y quedo enganchada por el Dakar cuando decidió seguirlo como turista. En la primera ocasión, la moto la dejo tirada, pero ello no la desanimó, sino que la movió a preparar con más fuerza la siguiente. Esta vez, el desierto la atrapó de forma total. Abandonó los descensos en trineo y se dedicó en cuerpo y alma a su nueva pasión.
Con la licenciatura en ingeniería física, trabajo en BMW (en el departamento de medida), aunque cada vez que podía dejaba el trabajo para correr en el desierto. Su pequeño apartamento de 80 m2 era un taller, y cada vez que entraba o salía hacia una carrera, debía desmontar parte de la moto, que pasaba por la puerta.
Participaba en todos los rallies de todoterreno posibles, incluso en el Dakar, siempre en moto, si bien pronto se dio cuenta de que las dos ruedas “son demasiado difíciles para que una mujer se destaque. No se trata sólo de un problema de resistencia física, sino que los hombres que ocupan las mejores posiciones están todos un poco locos”.
Participaba en todos los rallies de todoterreno posibles, incluso en el Dakar, siempre en moto, si bien pronto se dio cuenta de que las dos ruedas “son demasiado difíciles para que una mujer se destaque. No se trata sólo de un problema de resistencia física, sino que los hombres que ocupan las mejores posiciones están todos un poco locos”.
En 1993, Jean-Louis Schlesser la convenció para correr en coche, primero como su copiloto y después confiándole unos de sus bugies y se destacó rápidamente, si bien debió esperar a 1997 para ganar una etapa del Dakar.
Con el apoyo del importador alemán de Mitsubishi, Jutta consiguió tomar parte en algunas pruebas. La victoria del Dakar, lejos de ser el final de la carrera, es el principio de una nueva vida. El hecho de ser mujer posiblemente le facilito algunos apoyos, pero el triunfo del Dakar le permitió multiplicarlos, y Jutta sueña con un nuevo objetivo: ser la primera campeona del mundo de rallies todoterreno. Un nuevo e importante reto que no parece imposible.
Tiene 38 años, pero continua fascinada por el desierto y los raids. “Son pruebas duras para todos. No me siento especial por nada y creo que se me aprecia en el ambiente por ser buen piloto, no por ser mujer… La mayor dificultad por serlo no estriba en la dureza, sino que muchas carreras las duchas son precarias, improvisadas y comunes.. pero también te acostumbras a esto. Me fascinan los raids porque, a diferencia de los rallies tradicionales, no conoces el recorrido y vas de sorpresa en sorpresa.”
Aunque desde los inicios del automovilismo han existido mujeres que han competido, lo cierto es que muy pocas de ellas han alcanzado el máximo nivel. Sólo Jutta y la francesa Michèal Mouton han conseguido imponerse a los hombres; Kleinschmidt en el Dakar y Mouton en varios rallies del Mundial, llegando a ser subcampeona del mundo.
A ellas se podría unir la estadounidense Cha Cha Muldowey, que consiguió ganar el Campeonato absoluto de Estados Unidos de dragsters (top fuel), las pruebas de aceleración que en este país tienen multitud de adeptos.
En Fórmula 1 apenas media docena de mujeres han conseguido competir. A la legendaria María Theresa de Filippis, de los años cincuenta, se debe unir el nombre de Lella Lombardi, la única que consiguió entrar en los puntos.Divina Galica y Desirèe Wilson intentaron competir, sin éxito, al igual que Giovanna Amati. En Indianápolis, Janet Guthrie consiguió calificarse en varias ediciones, pero en el año 2000 sorprendió Sarah Fisher, una jovencita de apenas 19 años que se midió sin complejos y que parece dotada de las cualidades necesarias para conseguir ganar.
SIN DUDA UNA MUJER TUERCA !! ... VAMOS POR BUEN CAMINO , LA HISTORIA CONTINUA !!
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